Texto: Dan Sussman
Si el empleado de un banco deja su trabajo y se lleva todo el dinero
de la cámara de seguridad, no habría duda: la empresa llamaría inmediatamente a la policía. Sin embargo, todos los días hay trabajadores que se van de sus empresas llevándose consigo la riqueza de conocimiento de la compañía;
y... la mayoría de la gente lo ve como algo normal en el mundo laboral. Esta comparación puede resultar un poco exagerada, pero plantea el hecho de que uno de los activos más importante de una empresa es el conocimiento, las destrezas y experiencia de los empleados, el capital intelectual. Esta idea vio la luz hace algunos años, cuando varios autores y académicos expusieron que el conocimiento de una empresa puede conseguirse y potenciarse como cualquier otro activo. Surgió entonces el término gestión del conocimiento. Consultores y departamentos de Tecnologías de la Información comenzaron a buscar la forma de poner en práctica esta teoría. El problema fue que muchas de las soluciones que propusieron conllevaban costes elevados. En lugar de ser propuestas con valor de negocio, instauraban una nueva manera de archivar grandes cantidades de información. Además, no contemplaban la cantidad de tiempo y energía adicional que exigían a los empleados para organizar y archivar ese capital intelectual.
Ver Árticulo
(Este post parece extraño, pero como no quiero volverme sentimental... esta es mi forma de decir, que asi no es...)
ليست هناك تعليقات:
إرسال تعليق